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Writer's pictureMonserrat

Decir Adiós Desde El Amor

Por alguna razón entré a Cuenta Tu Historia y caí en cuenta que no tenía el post escrito para el miércoles pasado y me di cuenta lo rápido que puede pasar el tiempo y sin darnos cuenta pasan las horas y los días y las semanas 🗓. Pero aquí estoy, frente a mi computadora, dispuesta a tocar este tema y abrir mi corazón ♥️ una vez más y contarte mi historia ✍🏽.


Como te podrás dar cuenta, me he vuelto súper fan del podcast “El Rincón de los Errores” y en un episodio de esta temporada, se trató el tema de la separación de parejas y lo lindo y maduro y sano que es decir adiós desde el amor. Cuando una relación ya no funciona y se decide terminar, qué maravilloso es poder terminar la relación, cualquiera, con cariño y respeto y dejar la puerta abierta para una amistad.

Esto me dejó pensando mucho porque si soy sincera, ninguna de mis relaciones terminaron desde el amor. Algunas terminaron con mucho dolor y decepción, otras terminaron con enojo, otras ni siquiera empezaron pero dolieron y otras simplemente se desvanecieron. Y mi corazón se rompió 💔 con cada una de ellas.


Admiro enormemente a las parejas que deciden separarse pero siguen queriéndose y tienen una linda relación después de la ruptura. Sé que este tipo de relaciones existen y son posibles. En mi historia no lo han sido y justo ahora, que intento pensar en alguna relación de este tipo en mi entorno, no me viene ninguna a la mente.


Es cierto también que mi experiencia no es la más vasta y puedo entender que una ruptura de una relación con hijos es muy diferente a una ruptura sin hijos; en dónde tener una relación amistosa por el bien de los niños es primordial. A veces funciona, a veces no.


Pero vamos a entrar en tema, ¿te parece? Desde un principio cuando decidí escribir sobre este tema, sabía que en este post tendría que ser sobre mi primera relación seria. Mi primer amor. Ese que cuando termina te duele hasta el alma y los huesos y dónde crees que nada va a poder quitarte ese dolor y tristeza que estás sintiendo y definitivamente crees que sí te vas a morir de amor.

A ese, mi primer amor, le vamos a poner el nombre del señor G. Sé que quienes me conocen y lo conocieron a él saben de quien hablo. Lo siento, no se me ocurrió llamarlo de otra forma.


Yo esperaba con tantas ansias ese primer amor como no puedes imaginarte. Ese primer amor tardó en llegar, pero cuando llegó fui muy feliz. Me enamoré completa y ciegamente, creía en él, lo admiraba, lo escuchaba, confiaba en él, le creía. Me sentía querida, cuidada, segura, aceptada y admirada. Sé que muchas personas no querían al señor G y que no les gustaba para mí. Pero a mí no me importaban todos esos comentarios, más bien me volví sorda y no los escuchaba, porque yo estaba viviendo mi cuento de hadas.

Pero después de la luna de miel de cualquier relación que inicia y en donde empiezas a conocer a esa persona y te empiezas a conocer mucho más a tí, es donde yo viví de los momentos más obscuros de mi vida y en dónde me di cuenta el grado de locura e histeria que puedo llegar a alcanzar. Si algo tengo que agradecerle al señor G es el haber sacado tan claramente a la luz todas las heridas de mi infancia, mis inseguridades y mi falta de amor propio y ser un gran impulsor para iniciar mi camino de sanción y curación. También tengo que agradecerle el haber aguantado tanto y el que haya estado y se haya quedado a mi lado durante todos esos momentos de obscuridad que tuve. Acepto que tuvimos momentos en los cuales nuestra relación fue muy tóxica, pero ambos nos quedamos y salimos adelante y yo crecí y salí con muchos aprendizajes.

Y nada, después de la montaña rusa 🎢 que tuvimos de relación, en donde nos comprometimos 💍 y nos des-comprometimos, en donde terminamos y regresamos; en donde tantas veces estuvimos arriba y muchas otras estuvimos abajo, llegó la estabilización, o al menos eso era lo que yo pensaba, lo que yo sentía.


Pero el principio del fin llego con una separación física. Me atrevo a creer que ni él ni yo, pensamos que esa separación terminaría con nuestra historia juntos. El señor G se fue a vivir a otro estado porque le ofrecieron un mejor puesto de trabajo. Yo creía que nuestro amor era tan grande y que después de todo lo que habíamos sobrevivido, saldríamos adelante y podríamos cumplir el sueño que teníamos de vivir una vida juntos. Yo me sentía lista y segura para finalmente formalizar nuestra relación y estaba lista para dejar todo y seguirlo. Estaba tan equivocada.


De pronto, algo empezó a cambiar. Sentía al señor G cada vez más lejos, diferente. Y en una de las visitas que me hizo, recuerdo que tuvimos una discusión porque yo estaba segura que en esa visita ese anillo que años atrás le regresé, regresaría a mis manos. Y no fue así.


Si lo recuerdo bien, creo que fue en una llamada telefónica en donde le dije que yo sentía que algo no estaba bien y que él estaba diferente. Que le daba un tiempo para pensar y que decidiera si él quería seguir a mi lado. Y no necesitó mucho tiempo, creo que sólo necesitó un fin de semana, porque el lunes siguiente al llegar a la oficina abro mi correo electrónico y veo un correo suyo. Obviamente no tarde ni dos segundos en abrirlo y en ese correo electrónico terminó conmigo sin darme una explicación clara, sin decirme el porqué. De mis ojos empezaron a salir lagrimas, tantas, muchísimas. Y lloré sin ningún control, sin poder parar y te prometo que yo quería parar. Mis amigos y compañeros de trabajo se preocuparon al verme y yo sólo podía decir, el señor G acaba de terminar conmigo por correo electrónico. Mi jefe me mandó a llamar y me dijo que me fuera a casa y que trabajar desde ahí, no quise, no tenía la fuerza ni las ganas de aguantar a mi familia y sus comentarios. Me ofreció irme a casa de una amiga pero dije que no, que ya me tranquilizaría y que no se preocupara. Mi jefe conocía al señor G.


El día laboral terminó y de camino a casa después de intentar buscarlo por todas partes y lograr que me contestare el teléfono, lo conseguí y entre llanto y enojo, lo único que pude decirle fue: ¿por correo electrónico, en serio, qué no merezco más? Me pidió terminar la conversación porque estaba muy ocupado. El fin de semana siguiente le marqué nuevamente sólo para decirle que él era la persona que en ese momento más odiaba en el mundo. Y esas fueron las últimas palabras que él escucho de mí y con esas palabras fue que me despedí de él. Ya nunca más hablamos y así terminó mi primera relación. Con mucha tristeza, desilusión, enojo y decepción; con un corazón partido y montones de ilusiones rotas. Este adiós definitivamente no fue desde el amor, ni de su parte, ni de la mía.

Como me suele pasar cuando no estoy bien, me aislé esperando que alguien, que alguno de mis amigos me rescataran, todavía no sabía que sólo yo puedo rescatarme. Sufrí muchísimo; me dio el síndrome de hacer ejercicio y bajé muchísimo de peso. Perdí amistades por mi aislamiento y me perdí a mi misma por un instante. Pero como siempre pasa, después de la tormenta siempre llega la calma y la calma llegó a mi vida y ahí aprendí que es cierto que nadie se muere de amor.


Hoy después de tantos años, más terapia, muchos libros y muchas pláticas con amigas puedo decir que no odio al señor G, pero es muy cierto también, que no me interesa en lo más mínimo tener una relación amistosa con él. Como para qué.


La forma en la que terminó esta relación me devastó completamente y creó un caparazón en mi corazón, del cual estoy segura que todavía quedan rasgos ya que me cuesta mucho abrir mi corazón. Me sigo protegiendo mucho; no quiero volver a ser lastimada de esta forma.


¡Ufff! Creo que este ha sido uno de los post más largos que he escrito y si has llegado hasta aquí, ¡muchas gracias por tu tiempo y por leerme!

Creo que este tema da para muchos comentarios, no sólo sobre mi historia, sino me interesa saber si conoces alguna relación que haya terminado amistosamente y si sí, quizás puedas compartirnos su secreto. La idea de compartir mi historia es para que si tú quieres compartas la tuya y juntos encontremos respuestas y nos acompañemos en esta gran aventura de sanar y de vivir.


Sabes que me va a encantar leerte en los comentarios👇🏽, ya sea directamente en el blog o a través del chat o con un e-mail, o en Facebook, donde quieras. Y si te ha gustado mi post, no dudes en darle click al corazoncito ❤️


Contando mi Historia,

Monserrat 🦋


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