Siguiendo con la inspiración que tuve con el episodio del podcast “El Rincón de los Errores” con Rossana Nájera, quiero tocar un tema que Rossana y yo tenemos en común: el que no somos madres y sabemos que no lo seremos.
Siempre me han gustado los niños y la ternura que siento por los bebes es indescriptible. Y esto siempre fue visible en mí, vamos desde niña, veía bebes y quería estar con ellos, cargarlos, jugar con ellos. Si yo hubiera nacido en Estados Unidos, seguro hubiera sido niñera como lo hacen tantas adolescentes para ganar dinero.
No sé si ya he escrito sobre uno de los recuerdos que tengo tan grabados de la universidad; creo que sí. En uno de los últimos semestres un profesor nos pidió a todo el grupo que le dijéramos nuestros planes, sueños para el futuro (la verdad justo ahora, no recuerdo exactamente qué fue lo que preguntó pero iba por este estilo); todas, absolutamente todas mis compañeras mencionaron en sus planes casarse, tener hijos, formar una familia; quizás por mi experiencia de vida hasta ese momento, en mis planes no figuraba, ni casarme, ni tener hijos, ni tener una familia, pero sí ser una ejecutiva importante 👩🏽💼, escribir un libro 📖 y tener una camioneta 🚙. La mayoría de mis amigas tienen una familia y yo no sé si soy una ejecutiva importante pero hoy, donde estoy, mi opinión importa; no he escrito un libro, pero tengo mi blog; y la camioneta, creo que tampoco la he tenido pero si tengo mi cochecito que me lleva a todos lados. El no haber cumplido con estos sueños no me tiene frustrada, creo, que al final, todavía tengo tiempo para conseguirlo todo ☺️ u otras cosas que sean mejor para mí y de mayor utilidad para los demás.
Si soy sincera, el único momento en el que me vi con posibilidad de crear una familia - casa 🏡, esposo 🤵🏻♂️, hijos 👨👩👧👦, perro🦮 y camioneta 🚙 - fue con mi primer novio. No sé si al ser mi primer amor ha sido el más apasionado, en donde viví el amor y el desamor con toda el alma. Gracias a ese primer amor caí en momentos muy, muy obscuros pero que hoy los agradezco porque han sido esos momentos los que me permitieron ver la luz y pedir ayuda para dejar de hacerme daño y hacerle daño a los demás.
En una de nuestros tantos adioses, estábamos en un Starbucks y estábamos terminando y recuerdo que, muy de telenovela, yo le dije que quería tener un hijo de él y que no me importaba si terminamos juntos o no, que yo sólo quería tener algo suyo para siempre. Obvio no paso, incluso creo que no cortamos y nuestra historia tortuosa finalizo un par de años después.
Después, durante mi matrimonio, al principio me quedaba claro que antes de aventarme a la aventura de ser madre, primero tendría que adaptarme a mi nueva vida: aprender el idioma, los modos, las formas, entender la cultura e intentar adaptarme a ella. Después vino el trabajo y me dije, primero tengo que lograr posicionarme y después será el tiempo adecuado. Y pues el tiempo adecuado no llegó y lo que llegó fue un divorcio.
Como mujeres, el tema de ser madre siempre va a ser un tema. Y simplemente porque se sabe que biológicamente no podrás ser siempre madre. Cuando me divorcié me puse una meta, me dije, si llego a los 40 años sin tener hijos, la idea de tener hijos queda cerrada. Llegaron los cuarenta y enfrenarte a esa realidad y a lo que te planteaste como deadline no es tan fácil como te lo estoy escribiendo ahora. Después, a los 43, ya sea coincidencia o no, en todas las series o películas que veía había embarazos geriátricos y las embarazadas tenían 43 años. Pensé quizás es una señal de que todavía es tiempo y que quizás podría encontrar a esa persona con la cual me podría convertir en madre. Después de los 43 quedé tranquila con este tema y creo que sin decirme nada, acepté el que no sería madre.
Hoy a mis 45, ni siquiera me cuestiono la posibilidad de ser madre. Este es uno de los temas que tengo bien claros en mi vida. Esto lo escribo de la manera más tranquila que puede existir, sin tristezas, sin llanto, sin remordimientos. Que quizás no viva la alegría y el amor más grande que existe en el mundo, como muchas personas describen lo que es ser padres. Pero como dicen, si no lo conozco, cómo puedo añorarlo y llorarlo. Estoy convencida que yo podré conocer otras alegrías que para mí serán las mas grandes de mi vida y quizás las actividades o personas que me den esa alegría sean algunas que los hoy padres por sus obligaciones no podrán conocer. Y creo que así es como el mundo se equilibra.
Quiero decir a todas mis amigas que tienen la dicha de ser madres que las admiro. Ese amor incondicional y el estar siempre para sus hijos me parece de las tareas más hermosas y a la vez desgastantes que existen. La organización que deben de tener supera por toneladas todas las cualidades organizativas que yo pueda llegar a tener, sobre todo a las mamás de Suiza que todo tiene que funcionar como relojito o simplemente no funciona.
Si he de mencionar una de las desventaja de estar sola es simplemente que los problemas o dudas que me pueda llegar a pasar los vivo con mucha intensidad, pierdo mucho tiempo pensándolo y me preocupo muchas, pero muchas veces de más. El no tener que preocuparme de nadie más, me hace preocuparme sólo de mí y muchas veces hago tempestades en vasos de agua.
A diferencia de Rossana Nájera que ha tendido que hacer las paces con su no maternidad queriendo sobre todas las cosas ser madre, yo abrazo mí no maternidad con mucho cariño y gratitud. Creo que Dios, destino, universo - o como tú quieras llamarlo - sabe qué podemos y qué no podemos ofrecer, dar o tener en esta vida. A mí me toca ofrecer todo ese amor y cariño que tengo para dar de otra forma al mundo - sigo intentado saber cómo 😊 -.
Y si te soy sincera, hoy agradezco el poder levantarme a la hora que se me da la gana, comer a cualquier horario o simplemente no comer, hacer o no hacer cosas, salir o no salir de casa. No tengo que preocuparme por distraer y mantener activo a nadie, sólo a mí. Puedo viajar a donde yo quiera cuando yo quiera y puedo hacer planes a corto plazo sin tener mucho que organizar. La libertad de la cual hoy gozo por mí no maternidad la agradezco infinitamente y hoy no la cambiaría por nada.
En esta vida me toca sólo ser tía y madrina y con eso me quedo satisfecha. Con estos roles puedo vivir de cierta forma un poco la maternidad que no tuve sin la responsabilidad completa que lleva ser madre. Con mi ejemplo, mis palabras y mis acciones pongo mi granito de arena para ayudar a desarrollar buenas personas, buenos seres humanos. Y con eso me conformo.
Estoy muy contenta de cómo evolucionó este post. Ni las ideas, ni las palabras que tenia pensadas en un principio quedaron escritas hoy. Creo que al final ha quedado un post muy positivo en donde queda claro que, sin importar la circunstancia, todos tenemos la vida que tenemos que vivir en nuestro momento, tiempo y espacio. Yo tengo aceptada, sanada y cerrada mi no maternidad y la abrazo con mucho cariño.
Muchas gracias por llegar hasta aquí y leerme una vez más. He empezado de nuevo con mi rutina de escribir consecuentemente y eso me da mucha alegría, pero más porque tú a pesar de mi inconsistencia me sigues leyendo. De corazón, ¡gracias! 🙏🏽
Sabes que me va a encantar saber si este post te ha gustado y leer tus comentarios. Y si conoces a alguien que aún está luchando contra su no maternidad y creas que este post puede ayudarle, no dudes en compartirlo. Quisiera dar un poco de aliento a esas mujeres y decirles que todo va a estar bien, que todo ya está bien.
¡Gracias por ser parte de Cuenta Tu Historia!
Contando mi Historia,
Monserrat 🦋
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