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La historia que nunca fue

Hay historias que están destinadas para quedarse guardas en la eternidad del corazón.

Hay amores que aparecen, pero que no están destinados a ser.


Y con estas palabras, empiezo a escribir esta, mi historia de un amor, que sé existió, pero que nunca fue.


Y justo ahora aparecen en mi mente tantos recuerdos, tantos momentos, que no sé exactamente por dónde empezar a narrar esta historia y tampoco sé todo lo que tengo o no que escribir. Lo que sí se bien, es cómo empezó y empezó en el momento en el que yo tenia un un montón de sueños rotos, un corazón partido y la ilusión apagada.


Estaba en un evento de trabajo, era la primera cena. Recuerdo que mi mesa era enorme, todos muy arreglados, yo con un traje sastre gris y si no me equivoco una blusa de color rosa pastel. Eramos como doce personas en la mesa, once hombres y yo. Durante la cena, él me hace una primera pregunta, la cual con mi respuesta, quedó claro que era una pregunta incómoda y todos en la mesa se quedaron callados. Pero no bastó con su pregunta, ni con mi respuesta, hizo un nuevo comentario que todos los demás no supieron que fue peor, si su pregunta o su comentario. Incluso la persona a mi lado, le dijo, "si quieres te cambio de lugar", a lo cual yo inmediatamente le conteste, "no, no, tu quédate aquí a mi lado". Y así empezó esta historia, con un sin fin de ires y venires, sin claridad, con mucho amor, el cual no fue suficiente porque los dos decidimos caminar caminos diferentes y lo que hoy nos une es el sentimiento de lo que pudo haber sido. Eso sí, existe un cariño tal, que de pensarlo y sentirlo me llena el corazón y el alma y me dibuja una sonrisa enorme en el rostro.


Entre esos ir y venir, hubo miradas, comidas, cenas, cine, otros eventos laborales, bailes, llamadas, confidencias, complicidades, muchas risas. No terminaría nunca este post si escribiera todos los recuerdos que estoy teniendo. Intento recordar los malos, pero ya pasó, ya está, porque solo se han quedado los buenos, los que me llenan y me dan alegría.


En mi post anterior "La llamada que no llega - ¿Olvido o amor propio?" hablo de cómo me educaron y con qué frases crecí en cuestión a la relación de pareja: "no lo busques", "si te quiere, te va a buscar", "el hombre es el que tiene que dar el primer paso", y así, miles y miles de frases que al final, en mi caso, en ese momento, no me hicieron luchar, ni hablar, ni buscar aquello que sí quería. Ojo, igual pude haber luchado y hablado y al final el resultado podría haber sido el mismo - ya no importa. Lo importante aquí es lo que nunca te dicen, lo que nunca te enseñan y eso es a hablar directa y honestamente poniendo los puntos sobres las íes. En este ir y venir de historia, en el de sí te quiero pero es que yo, tú, mi pasado, pero mi forma de ser y tu forma de ser, pero el que dirán, pero como piensas, pero yo pensé, yo creí, pero si, pero no, pero....nunca nos sentamos a hablar honestamente y a decir qué queríamos en verdad, qué esperábamos, qué deseábamos, qué soñábamos y así poder tener el panorama claro para saber si podríamos seguir adelante o no. Para elegirnos o no, para luchar juntos o no. Con tanto amor y nunca tuvimos el valor de hablar y ser honestos y dejamos que el amor se nos escapara y terminamos caminando un camino separado.


¿Qué pasó? La verdad es que hoy no lo sé, no lo tengo claro. Lo podría simplificar diciendo que el decidió no elegirme a mí y mi corazón se rompió por segunda vez. Y siguiendo mi camino me casé y dejé México. Pero hoy creo que fueron un montón de otras cosas y otras personas las que jugaron un papel muy importante y en su momento no nos dimos cuenta. No hablamos claro. No dijimos lo que teníamos que decir. Quizás no sabíamos. Dejamos que las suposiciones ganaran, que nuestra imaginación, nuestros miedos ganaran.


¿Cómo terminó? La verdad no lo recuerdo bien. No me acuerdo si terminamos en una platica, con una llamada, si fui yo, si fue él, o si simplemente nos dejamos de hablar. Solo recuerdo que me cambié de trabajo y la distancia hizo lo suyo. Ya no había pretexto para vernos, ya no había razón "justificada" para escribirnos, para llamarnos. Y no me buscó y no lo busqué. La ultima vez que hablamos fue hace mas de diez años y fue porque me equivoqué al marcar su número y recuerdo que me preguntó: ¿te vas a casar?. Esa llamada fue muy dolorosa para los dos, lo sé, pero ninguno dijo nada y en ese justo momento fue cuando decidimos todo no diciendo nada.


Después de tanto tiempo de no vernos, de no hablarnos, de saber el uno del otro gracias a las redes sociales, nos vimos hace cinco años en México en una cena maravillosa en donde dijimos cosas hermosas, en donde soñamos otra vez, volvimos a construir castillos en el aire. En ese momento la vida nos dio nuevamente la oportunidad de caminar el mismo camino, pero se tomaron decisiones que nos llevaron a tomar otra vez caminos diferentes pero esta vez juntos.


Hoy sé que cuento con él, que está y estará siempre. Y espero que él sepa que cuenta conmigo para todo. El año pasado, en un momento de crisis, en donde necesitaba tener piso, decidí pedirle ayuda a él, por que me conoce, por sabe quien soy, por que me quiere. Estuvo para mí. Nos llamamos, me escuchó, me entendió y me aconsejó. Esa llamada me regresó el piso que había perdido y me encantó que fuera con él.


Hoy disfrutamos de una hermosa amistad, la cual ni él ni yo estamos dispuestos a perder – ya perdimos mucho –. Llegar a este punto nos costó tiempo y agradezco que sea posible. Lo maravilloso de esta historia, y se lo he dicho a él y se lo he escrito y no me canso de repetirlo, es que en nuestro corazón siempre tendremos la ilusión que si hubiéramos terminado juntos, hubiéramos tenido la relación perfecta, la que siempre hemos soñado. Tenemos y tendremos la mejor historia de amor que jamás nadie podrá vivir. Y eso, nadie lo va a poder cambiar. Y eso es lo que hoy llena nuestros corazones. Y esa es hoy nuestra historia.


Termino este post con una canción maravillosa de Sin Bandara, que en mi historia, en esta historia, me queda de maravilla: "En ésta no"


"...Tal vez en otra vida se nos dé la luz Tal vez en otra vida seas primero tú En ésta vida no..."


¡Gracias por leerme!


Y si tú me estas leyendo, ¡te quiero siempre! ¡Gracias!


Me alegraré de leer sus comentarios.


Al final decidí no contar todos los detalles, todos los recuerdos. Esos recuerdos decido quedármelos yo, y si él me lee, quiero que también se queden en él, por que al final, es nuestra historia. Lo importante de este post, es hacerles ver que el hablar siempre con el corazón en la mano, con la verdad y honestamente, siempre nos va a ayudar a tomar las mejores decisiones, sean para alegrarnos o no.



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