Un Nuevo Comienzo
- Monserrat
- Jan 3
- 4 min read
Y así, después de 366 días, cerramos el 2024 y empezamos, todos, o al menos eso espero, este 2025 llenos de esperanza, con muchas ilusiones y uno que otro plan.
Es cierto que durante el 2024 no conté mi historia, y no es que no haya tenido nada que contar, es simplemente que necesitaba de esos 366 días para mí. Sabes, la canción de Natalia Lafourcade - “El Lugar Perfecto” - me gusta muchísimo porque literalmente explica mi ausencia. El 2024 fue para mí: un tiempo para atenderme, para verme, entenderme y escucharme y reconocer esos dolores y miedos que tenía que reconocer, aceptar, trabajar y empezar a sanar, pero sobre todo, volver a conectar con mis ilusiones y mis deseos y serles fiel. Y ahora es el momento indicado para volver a escribir y contar mi historia.
La explicación que me daba por mi falta de motivación y cansacio para escribir, y que me la creí para muchas otras cosas, fue todo lo que me afectaron los cambios que viví en el 2022: nuevo departamento, nuevo trabajo, incluyendo aquellos meses sin tener mi lugar propio. Me encerré en mi nuevo hogar y al mismo tiempo me encerré en mí. Y con esta sensación de cansancio y de necesitar tiempo para mi viví el 2023 y me fui encerrando más sin darme cuenta. Hasta que abrí los ojos y no me reconocí y no me gustó lo que vi. Entonces, como siempre que me doy cuenta que algo no está tan bien y que ya solita no puedo, empecé a validar todas las opciones para ayudarme y en el 2024 decidí acercarme nuevamente a la terapia y a hacer otra vez un Curso de Milagros.
Se puede decir que el 2024 fue un año de mucho trabajo interno el cual me ha devuelto a mí. Mis pensamientos y la forma de ver cada cosa o cada situación han cambiado. Estoy mucho más tranquila, mucho más alegre, menos encerrada y más abierta al mañana.
Aunque he de aceptar que no hice el Curso de Milagros tan juiciosamente como la primera vez, siento que esta segunda vez entendí muchísimo mejor muchos de los ejercicios. Pero lo más importante y lo que buscaba me lo volvió a dar, me llenó de esa tranquilidad, seguridad, confianza, paz y esperanza que había perdido. Y se siente maravilloso volver a tenerlas y vivirlas. Lo vuelvo a decir, este curso cambia la vida y lo hizo nuevamente conmigo. Durante el 2024 viví muchos milagros. Si te interesa o tienes curiosidad sobre lo que es este curso, aqui te dejo el link del post que escribí sobre mi primera experiencia con el Curso de Milagros.
Después de darle vueltas y vueltas a la idea de iniciar una terapia, encontrar al terapeuta indicado era lo que me detenía. Porque tenía claro que quería una persona que hablara mi idioma materno pero que además entendiera mi temperamento y mi cultura. También estaba en busca de un terapeuta no tradicional, pero sí con formación profesional. Dandole vueltas y vueltas, la respuesta me llegó y contacté con una psicológa maravillosa. Y literalmente, con ella, obtuve todo lo que quería y desde febrero empecé con mi terapia y estoy feliz. Me he podido dar cuenta de los temas que he trabajado y sanado, de los temas que he trabajado y tengo que seguir trabajando y de aquellos temas que ni siquiera me había dado cuenta que necesitaban trabajo. Estoy segura que de la mano de esta maravillosa terapeuta seguiré sanando, aprendiendo y creciendo para poder ser simplemente yo.
Sé que muchos dirán que soy una privilegiada por poder darme el tiempo para trabajar en mi, que quizás lo puedo hacer gracias a mi situación actual. Pero quiero decirte que si te comprometes contigo, el tiempo y tu situación de vida dejarán de ser un obstáculo para empezar a trabajar en ti. A veces se nos olvida que nuestra mayor responsabilidad es con nosotros mismos, sólo así podemos estar para los otros.
Con todo el trabajo hecho, lo poco que leí y todas las experiencias que me regaló el año que recien acabamos de despedir, agradezco el haberme dado cuenta de la cantidad de juicios que emito y que me hacen perder la neutralidad y por lo tanto mi tranquilidad; y que vivo en estado de supervivencia/alerta, que no me doy tiempo para sentir o tomarme un respiro para pensar, que de inmediato tengo que reaccionar, actuar, solucionar - no hay tiempo que perder-. Estoy viviendo de prisa. Cierto es también que este año me regaló mucho tiempo para parar y aprender a disfrutar del momento; al principio no lo entendía y no lo valoraba, ya para finales del año lo entendí y lo aprendí a agradecer, porque este tiempo me estaba ofreciendo la oportunidad de parar, respirar, sentir, procesar y entender. Definitivamente para el 2025 estos dos temas: juicios y vivir de prisa, serán mi tarea y mi trabajo. Quiero dejar los juicios de lado y quiero aprender a vivir más en el momento y aprender a disfrutar.
Cierro el 2024 con mucho agradecimiento por todo lo que me dio, me regresó y me mostró. Entro al 2025 llena de esperanza para seguir encontrando mi camino y poder seguir contándote mi historia y ser un granito de arena para llevarte a esa tranquilidad, paz y amor que todos merecemos.
iGracias por leerme! 🙏🏽
Contando mi historia,
Monserrat 🦋

Comments