Desde hace algún tiempo, escucho el podcast “El Rincón De Los Errores”. Es un podcast con Marimar Vega - actriz y empresaria mexicana - y Efrén Martínez - psicólogo y escritor colombiano -. Llegué a este podcast gracias al algoritmo de Instagram que me mostró el anuncio del capítulo con Bárbara Mori - actriz mexicana -; desde entonces, cada martes de camino al trabajo escucho un episodio nuevo. Los invitados son personalidades del medio artístico o personas conocidas y sin no me equivoco en febrero de este año inició la segunda temporada. En cada episodio me veo reflejada, escucho respuestas o comentarios y es como escucharme a mí - en el presente o en el pasado -, me cuestiono, me felicito y me doy cuenta lo que todavía me toca trabajar y lo que ya he sanado.
Es tan fácil creer que gente famosa tiene la vida resuelta y que por su fama son felices y no sufren. Pero cada uno de nosotros tenemos una historia que nos lleva a crear mecanismos de defensa para aliviar aquello que nos faltó durante la infancia y generalmente es algo tan fundamental como el amor y/o la seguridad.
El último episodio que escuché fue con Rossana Nájera. Ha sido uno de los que más me ha dejado pensando 🤔. Después leí en el perfil de Marimar Vega una cita de Efrén y de pronto se iluminó mi cara porque justo eso era lo que necesitaba leer para aclarar tantas cosas y darle una dirección a este post:
“Hay historias en las que debes ser la mala para que el otro sea el bueno, la loca para que el otro sea le cuerdo, la oveja negra para que los demás sean blancas. No tienes que mantenerte en ese papel aunque los demás no puedan ver más que eso, hazte cerca de aquellos que puedan ver tus nuevas versiones, sientan alegría de tus logros y te tratan como eres no como quien fuiste un día, esos que te miran de tal forma que se siente bonito ser quien eres.”
En mi vida, me ha tocado y me sigue tocando ser la mala: la mala hija, la mala hermana, la mala amiga, la mala pareja; la loca por pensar diferente, por alimentarme diferente, por ir a terapia, por leer lo que leo, por meditar, por hacer yoga, por mis gustos (ballet, opera, museos); y siempre me sentí la oveja negra en mi familia, simplemente por ser diferente y no encajar, por sentir diferente y por querer vivir diferente. Acepto con honor estos roles que he tenido en mi vida, porque seguramente han ayudado a otros a sentirse buenos, cuerdos y ovejas blancas, pero sobre todo porque me han ayudado a mí a crecer y a verme como realmente soy y como realmente quiero ser.
¿Te acuerdas que en mi post pasado hablé sobre un conflicto que traigo? Bueno, no lo he podido hablar y por lo tanto no lo he podido resolver. Pero mucho de lo que dijo Efrén en el episodio con Rossana sobre el perdón y luego su cita, me ha dejado tranquila de cómo me siento hoy y de saber que esta bien tomarme mi tiempo para resolverlo. (Aquí tienes el reel con lo que dice Efrén sobre el perdón.)
Además existe la enorme posibilidad que la persona con la que tengo este conflicto ni en cuenta esté que yo tengo un conflicto con ella. Lo cierto es que me he sentido una vez más como la mala, la loca y la oveja negra. Está claro que yo soy la única responsable de sentirme como me siento y que sus acciones no deberían de significar nada, pero significan y me siento lastimada. Sé que esta persona está actuando como mejor lo cree conveniente en su situación, con sus experiencias vividas y en el momento de su vida. Quizás no se dé cuenta que con sus comentarios, sus reacciones, su tono de voz, sus acciones, sin querer me lastima y como consecuencia me estoy alejando para no sentirme no deseada, lastimada, criticada y fuera de lugar.
Lo cierto es que sí quiero perdonar para estar bien yo. Pero me queda claro que tengo que pasar por las etapas necesarias para perdonar y perdonarme. La rabia, la tristeza y el enojo ya pasaron, y ahora estoy en pausa, porque he reconocido que me ha lastimado y aún no estoy lista para comprender. Comprender el por qué sus reacciones conmigo, comprender sus comentarios, comprender su no aceptación hacia como soy. Quizás cuando decida trabajar en esta comprensión, pueda entonces poder hablar con esa persona desde el amor y la comprensión y no desde el enojo y el dolor. Porque sólo así, llegara la mejor solución para ambos.
Y regresando a la cita de Efrén, en este momento de mi vida decido quedarme con las personas que me aceptan con mis errores y con mis aciertos; los que se alegran con mi sonrisa y con mi voz; los que aceptan mis ocurrencias, mis decisiones y mis consejos; los que no quieren cambiarme; los que han vivido mi transformación y la celebran. Los que verdaderamente me ven y los que me quieren simplemente como soy. Porque aún cuando sé que tengo miles de defectos y miles de cosas que trabajar, he encontrado la paz conmigo y sí siento bonito siendo yo.
Gracias a este podcast confirmo una vez más que contar tu historia es liberador y definitivamente ayuda a verse, a reflexionar, a encontrar respuestas, a no sentirse solo y a darse cuenta que vivir no es perfección, que errar está bien para seguir creciendo en este viaje maravilloso que es vivir. Justo por esa razón creé “Cuenta Tu Historia”, donde te cuento mi historia y quizás en alguna de mis vivencias o pensamientos te veas reflejado, o quizás algo que he experimentado te ha ayudado a encontrar una respuesta o a querer intentar algo nuevo. Porque justo eso quiero, abrir mis vivencias, mi corazón con el único afán de ayudar y si te ayudo a tí, he cumplido con mi granito de arena en esta vida ♥️.
Si mi post te causó curiosidad sobre “El Rincón De Los Errores" y quieres conocer más sobre este podcast, aquí te dejo dónde puedes encontrar más información y dónde lo puedes escuchar: 👉🏽 Website 👉🏽 Instagram 👉🏽 Facebook 👉🏽 TikTok 👉🏽 Spotify 👉🏽 YouTube 👉🏽 Apple Music
Gracias por leerme y por formar parte de este blog que es para ti.
Ya sabes que me va a encantar saber si este post te ha gustado, servido o no. Y leer tus comentarios me va a llenar el corazón, porque juntos aprendemos y juntos crecemos. Y no dudes en compartir este post con quien creas que se puede beneficiar.
Contando mi historia,
Monserrat 🦋
